El Movimiento Patriótico Revolucionario QUEBRACHO nace formalmente el 31 de agosto de 1996 luego de la unificación de varias organizaciones políticas que habian iniciado un camino de lucha contra las políticas antipopulares de los gobiernos de turno, nacimos como protagonistas de la resistencia contra el neoliberalismo. Fuimos, desde entonces, principales actores en acciones contra el imperialismo en un momento de calma política, de anestesia menemista. Los políticos y los medios de comunicación hegemónicos nos atacaban y desprestigiaban por eso. Veíamos, con nuestro trabajo en los barrios, que el hambre y la miseria crecían a pasos agigantados. Y justamente esos que nos hostigaban eran los que empujaban a la pobreza a miles de personas a diario.
Como sabemos, los resultados de las políticas de saqueo ya se veían a fines de la década de 1990.
Como parte de nuestra historia tuvimos el protagonismo en las calles, con la movilización masiva, la marcha n° 100 de los jubilados junto a Norma Plá, el cerco al Congreso de la Nación para repudiar la Ley de Educación Superior en 1996, inauguramos la reivindicación a Santucho ese mismo año (cuando nadie hablaba de los combatientes revolucionarios), repudiamos todas las visitas del FMI, la entrega de YPF a Repsol, fuimos parte del 19 y 20 de diciembre de 2001, fuimos a Mar del Plata para decirle NO a Bush en el 2005, repudiamos la entrega del mayor yacimiento petrolífero en el 2006 (Cerro Dragón), en el Congreso Nacional y en Chubut, entre otras cosas.
Durante el año 2001, como parte de la Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón, llevamos adelante los primeros cortes de ruta coordinados en los accesos a la Capital Federal, teniendo su punto más alto en las luchas del 19 y 20 de diciembre, que provocaron la caída de De la Rúa. Y en junio de 2002, protagonizamos la histórica batalla del Puente Pueyrredón, donde fueron asesinados Maximiliano Kosteki y Dario Santillán.
Desde aquel entonces la lucha no se detuvo, seguimos abogando por unir a los que luchan y profundizar la resistencia hasta lograr un gobierno del pueblo para el pueblo, una verdadera democracia de masas.
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