EDITORIAL QUEBRACHO PRENSA NACIONAL, DICIEMBRE 2012

Campanas de Palo
La Cámara de Casación Penal acaba de rechazar la posibilidad de que podamos presentar un recurso extraordinario ante la Corte Suprema de Justicia, para que se revisen las escandalosas condenas que recibimos en la causa que nos hicieran por haber repudiado el asesinato del docente y militante sindical Carlos Fuentealba en el año 2007. En el año 2010, el nefasto Tribunal Oral Federal n° 3 condenó a 8 de nosotros a penas de prisión que superan los 3 años. Esta situación nos coloca frente a la inminencia de la prisión efectiva.
Pocos días atrás, un tribunal de la justicia penal de Tucumán resolvió absolver a todos los implicados en la trama mafiosa de trata de personas, en el caso específico de Marita Verón, lo que redunda en que esos degenerados estarán en libertad.
La Corte Suprema de Justicia acaba de desentenderse en sus incumbencias para que se haga aplicar la ley de medios, nada menos que aplicar la ley, la que votaron por mayoría los legisladores pero que ahora los jueces ponen a evaluación, y decidirán si se aplica o no.
Y hoy, ante un nuevo aniversario del 19 y 20 de diciembre, a 11 años ya, no sólo que no hay un solo culpable por los muertos en aquellas históricas jornadas, sino que nadie ha pisado una comisaría por ello.

Hay un lugar para La Política
Muchos buenos compañeros parecen entre sorprendidos y derrotados, sin saber cómo o dónde ubicarse en el siniestro escenario que proponen desde el oficialismo y la derecha opositora. Otros compañeros de la Izquierda pueden verse abrazados o marchando con la derecha. Compañeros, cuya razón de ser es la crítica a un modelo sindical, caminan abrazados con los burócratas que siempre criticaron. Compañeros que nos han criticado cuando nos veían en los programas de televisión de los Grondona o los Majul, hoy son columnistas semipermanentes de los programas de TN. Amigos que elijen no ver en las adulaciones y preocupaciones del enemigo histórico de la Patria las burlas arteras de la traición fatal, y prefieren confundirlas con muecas de amistad verdadera.
Mientras estos amigos, arrinconados hoy en una pose casi idéntica de la que ensayaron muchos en los noventa, optan por “guardarse”, desde el Movimiento Patriótico Revolucionario QUEBRACHO seguimos, como lo hicimos en los noventa también, proponiendo un camino de acción política posible, necesario, revolucionario.
No poder construir una agenda propia por fuera de las imposturas del 8N o el 7D tiene que ver con que se sigue anclando la acción política en la opinión pública (o publicada) y con que se ha perdido la propia política.
La pobreza sigue vistiendo a muchos de los nuestros y su acceso a las políticas públicas cada vez más restrictivas depende solamente de la posibilidad de construir situaciones de poder que impongan su acceso.
El combate contra la megaminería, contra la enajenación de propiedad de la tierra, cotna la ley de semillas que quiere imponer Monsanto, son banderas absolutamente ardientes que no levantarlas, no militarlas, redunda en la deserción de las tareas de la etapa.
Y peor, arrinconarlas en la denuncia virtual, secuestrarlas en partidismos oportunistas, es banalizar estas luchas que son luchas por soberanía, las que deberíamos lograr constituirlas en reivindicaciones de todo nuestro pueblo y no caballito de batalla electoral de algunos, de quienes habría que ver cuánto creen en lo que dicen.
Es claro para nosotros que hay un camino para la política, que son tiempos para aprovechar y ganar calidad en organización y en capacidad de lucha, ganar calidad en nuestros propios cuadros y en los cuadros de la Patria.
Pero estas tareas de formación pueden hacerse solamente al calor de la lucha permanente.
“El experto” es una figura y un concepto neoliberal. Nosotros necesitamos cuadros de combate.
Mientras los diarios derrochan litros de tinta en describir o instalar escenarios o agendas tan ajenas a la realidad cotidiana de nuestro pueblo, nosotros seguimos intentando el acceso a políticas públicas, intentando visibilizar que la pobreza sigue, y que hay miles y miles de argentinos proscriptos y despreciados por unos y por otros.
Mientas se van librando batallas de alcance estratégico para Nuestra América, algunas, como en Vuelta de Obligado, debemos darlas aunque estemos en desiguales condiciones.
Así, un puñado de argentinos bajo los estandartes azul y blanco de QUEBRACHO vamos andando y desandando la Patagonia, enfrentando a los buques que pretenden recalar en nuestros puertos para luego ir a Malvinas con permisos de los Piratas. Así el mismísimo gobernador de la colonia usurpadora de los kelpers y el jefe de la oficina colonialista Foreign Office, la embistieron contra nuestra organización, acusándonos de ser los responsables de que los cruceros turísticos de alta gama dejen de llegar a las islas.
Para nosotros es claro que hay un lugar para la política, el de la Patria. Porque la Patria no se declama. Eso es de facho folclórico. La Patria se milita, se construye, se pelea para tenerla. Hay Patria.