El pasado viernes 17 de octubre,
Fernando Esteche, dirigente de Quebracho, fue condenado por dos causas a punto
de prescribir.
Una, por repudiar la visita de la
misión del FMI a Argentina en 2004, encabezada por Rodrigo de Rato. La otra,
por manifestarse contra las atrocidades del Estado Sionista de Israel en 2006 y
la masacre contra la población en Líbano.
Durante la audiencia del juicio
abreviado, a expensas del sionismo más descarado, encarnado en los dirigentes
de las organizaciones DAIA y AMIA, la condena subió de 4 años y 2 meses, a 4
años y 6 meses.
Ambas condenas, que se suman a la
condena que lo mantiene en prisión, por el escrache a Jorge Sobisch, ex
gobernador de Neuquén responsable del asesinato del docente Fuentealba en 2007,
son paradigmáticas.
Por un lado se condena a Esteche por
repudiar al FMI, enemigo de la Patria, organismo que con sus políticas
aplicadas en Argentina ocasionaron el hambre de millones de compatriotas,
ayudaron a implantar el neoliberalismo y perpetraron el saqueo del país,
solamente frenado con el argentinazo de 2001. El 31 de agosto de 2004 Quebracho
organizó una manifestación al Ministerio de Economía, donde hubo una quema de
gomas y una gran represión, con 110 detenidos. Todos ellos fueron procesados.
El único que llegó a juicio fue Esteche, para luego ser condenado. Mientras
tanto, el pasado 6 de octubre, Domingo Cavallo, socio del FMI, quien hiciera
grandes negociados con la deuda externa y los bancos internacionales con el
llamado megacanje, fue absuelto.
Cavallo, quien canalizó las políticas
del FMI y entregó la Patria, es absuelto. Esteche, que militó y combatió al
neoliberalismo, al FMI y a la deuda externa toda su vida, es condenado y
enviado a prisión.
Por otro lado, se condena a Esteche por
oponerse a las atrocidades cometidas por Israel contra el pueblo de Líbano. En
2006 el Estado Terrorista de Israel había lanzado una invasión sobre ese país,
ocasionando gran destrucción y matanzas, con el sólo objetivo de destruir a la
organización política Hezbollah. Aquí, como Israel y el Sionismo no podían
movilizarse contra la Embajada de Líbano mientras llevaban adelante la masacre,
decidieron movilizarse a la Embajada de Irán en Argentina. Quebracho organizó
una contramarcha y sin producirse ningún tipo de incidentes, DAIA y AMIA
iniciaron una causa impulsada por el juez Lijo, que terminó en esta condena.
En torno a esto, cabe destacar la
triste y trágica operatoria del sionismo. Lamentamos que organizaciones como el
Congreso Judío Mundial (y reproducido por medios de comunicación como Haaretz y
The Jerusalem Post) no hagan otra cosa que mentir y desinformar, reproduciendo
estereotipos, anatemas y métodos que el propio pueblo judío ha padecido y aún
padece, sosteniendo que la movilización de Quebracho fue contra la comunidad
judía en Argentina. Nada más alejado de eso. Lo mismo hicieron en Argentina el
diario La Nación y la Agencia Judía de Noticias en Argentina que
publicaron que Esteche fue condenado por un “escrache” contra la Embajada de
Israel, o Infobae que habla de “destrozos”, algo que nunca ocurrió ni consta en
ningún expediente.
Desde nuestra organización apostamos a
la construcción de una Patria Justa, Digna, Libre y Soberana. Toda nuestra
política está canalizada en esa dirección. Por eso es que seguiremos
oponiendonos contra los que saquean el país, contra los que impulsan el retorno
del neoliberalismo. Y porque somos antiimperialistas, porque nos oponemos a las
agresiones imperiales, seguiremos denunciando, como lo hacemos desde hace 18
años, el terrorismo y las atrocidades perpetradas por el Estado de Israel
contra los pueblos de la región
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